top of page

EnseƱando a tu hijo el arte de la felicidad

Para muchos padres, criar niƱos felices es el santo grial del Ʃxito como padres. Pero con demasiada frecuencia, pensamos que la felicidad se trata de esos momentos fugaces de obtener lo que quieres. La felicidad duradera es en realidad mucho mƔs complicada, pero mucho mƔs gratificante. Y sƭ, puede aumentar drƔsticamente las posibilidades de que su hijo sea feliz, simplemente por la forma en que lo crƭa.


ĀæQuĆ© hace feliz a un niƱo que se convierte en un adulto feliz? Dado que la felicidad es un subproducto de la salud emocional, todo este sitio web trata de ayudarlo a criar a un niƱo feliz, desde satisfacer la necesidad de calmar a su bebĆ© hasta ayudarlo a desarrollar optimismo. Pero hablemos especĆ­ficamente de lo que hace felices a los humanos.



Las Ćŗltimas investigaciones sobre la felicidad nos dan respuestas sorprendentes. Una vez que la supervivencia, la seguridad y las comodidades bĆ”sicas estĆ”n aseguradas, las circunstancias externas no afectan mucho nuestro nivel de felicidad. Nuestros genes ciertamente contribuyen, pero su efecto puede mejorarse para aumentar nuestros puntos de ajuste de felicidad a un nivel superior. El mayor determinante de nuestra felicidad resulta ser nuestros propios hĆ”bitos mentales, emocionales y fĆ­sicos, que crean la quĆ­mica corporal que determina nuestro nivel de felicidad.


Todos sabemos que algunos de nosotros tendemos a ser mƔs optimistas que otros. Parte de esto es innato, solo el destino de nuestros genes que nos dan un estado de Ɣnimo mƔs feliz. Pero gran parte de nuestro estado de Ɣnimo es un hƔbito.


Puede parecer extraƱo que se haga referencia a la felicidad como un hƔbito. Pero es probable que para cuando seamos adultos, nos hayamos asentado en un "punto fijo de felicidad" que no cambia a menos que trabajemos en ello.


La felicidad estƔ ƭntimamente ligada a tres tipos de hƔbitos:

  • CĆ³mo pensamos y sentimos sobre el mundo y, por lo tanto, percibimos nuestras experiencias.

  • Ciertas acciones o hĆ”bitos, como hacer ejercicio regularmente, comer saludablemente, meditar, conectarse con otras personas, saborear lo "bueno" e incluso sonreĆ­r y reĆ­r regularmente.

  • Rasgos de carĆ”cter como el autocontrol, la industria, la justicia, la preocupaciĆ³n por los demĆ”s, la contribuciĆ³n, el coraje, el liderazgo y la honestidad.


En la prƔctica, estos rasgos de carƔcter son solo hƔbitos; tendencias a actuar de cierta manera cuando se enfrentan a cierto tipo de situaciones. Y ciertamente tiene sentido que cuanto mƔs exhibimos estos rasgos, mejor funcionan nuestras vidas, mejor nos sentimos con nosotros mismos y mƔs significado encontramos en la vida, por lo tanto, mƔs felices somos.


Algunos de los hƔbitos que crean felicidad son visibles, las formas en que la abuela nos dijo que debemos vivir: trabajar duro, valorar las relaciones con otras personas, mantener nuestros cuerpos saludables, administrar nuestro dinero de manera responsable, contribuir a nuestra comunidad.


Otros son hĆ”bitos mĆ”s personales de autocontrol que nos aĆ­slan de la infelicidad y crean alegrĆ­a en nuestras vidas, como controlar nuestro estado de Ć”nimo y cultivar el optimismo. Pero una vez que hacemos de estos hĆ”bitos parte de nuestras vidas, se vuelven automĆ”ticos y cumplen una funciĆ³n protectora, haciĆ©ndonos mĆ”s resistentes.



ĀæCĆ³mo puede ayudar a su hijo, y a usted mismo, a desarrollar los hĆ”bitos que conducen a la felicidad? Estos 12 consejos lo ayudarĆ”n a comenzar.


1. EnsƩƱele a su hijo hƔbitos mentales constructivos que crean felicidad.

Manejar nuestro estado de Ć”nimo, el diĆ”logo interno positivo, cultivar el optimismo, celebrar la vida, practicar la gratitud y apreciar nuestra conexiĆ³n entre nosotros y con todo el universo son hĆ”bitos que nos hacen mĆ”s felices. IncorpĆ³relos en su vida juntos para modelarlos regularmente y hablar sobre su uso. Con el tiempo, su hijo seguirĆ” su ejemplo.


2. EnsƩƱele a su hijo rutinas de autocontrol que crean felicidad.

El ejercicio regular, la alimentaciĆ³n saludable y la meditaciĆ³n estĆ”n muy relacionados con los niveles de felicidad. Pero usted y su hijo pueden tener sus propias estrategias mĆ”s personales; para muchas personas la mĆŗsica es un levantador de Ć”nimo inmediato, para otros un paseo por la naturaleza siempre funciona.


3. Modele una mentalidad de crecimiento y un diƔlogo interno positivo.

Todos necesitamos una animadora que nos ayude a superar los muchos obstĆ”culos de la vida. ĀæQuiĆ©n dice que no podemos ser nuestros? De hecho, ĀæquiĆ©n mejor? Las investigaciones muestran que las personas felices se brindan tranquilidad, reconocimiento, elogios y charlas de Ć”nimo constantes. Habla contigo mismo como alguien a quien amas, en voz alta para que tus hijos puedan escucharte. AsegĆŗrate de que tu respuesta al "fracaso" sea "simplemente no he descubierto esto TODAVƍA" o "simplemente no he practicado esto lo suficiente TODAVƍA".


4. Cultiva el optimismo...

...inocula contra la infelicidad. Es cierto que algunos nacemos mƔs optimistas que otros, pero todos podemos cultivarlo.



5. Ayude a su hijo a encontrar alegrĆ­a en las cosas cotidianas.

Los estudios demuestran que las personas que notan los pequeƱos milagros de la vida diaria y se dejan tocar por ellos, son mĆ”s felices. La vida cotidiana se desborda de sucesos gozosos: El espectĆ”culo del sol poniente, no menos asombroso por su repeticiĆ³n diaria. La calidez de la conexiĆ³n con el hombre en el quiosco que te reconoce a ti y a tu hijo. La alegrĆ­a de encontrar un nuevo libro de un autor favorito en la biblioteca. Una carta de la abuela. Los primeros azafranes de la primavera. Los niƱos aprenden con nuestro ejemplo lo que es importante en la vida.


Como dijo Albert Einstein,


"Solo hay dos formas de vivir tu vida. Una es como si nada fuera un milagro. La otra es como si todo fuera un milagro".

Y el viejo dicho de que la risa es la mejor medicina resulta ser cierto. Ā”Cuanto mĆ”s nos reĆ­mos, mĆ”s felices somos! En realidad, cambia la quĆ­mica de nuestro cuerpo. Entonces, la prĆ³xima vez que usted y su hijo quieran sacudirse el estancamiento, ĀæquĆ© tal una pelĆ­cula de los hermanos Marx?


7. Apoye a su hijo para priorizar las relaciones.

Las investigaciones muestran que las personas que son mƔs felices tienen mƔs personas en sus vidas y relaciones mƔs profundas con esas personas. EnsƩƱele a su hijo que si bien las relaciones requieren trabajo, valen la pena.


8. Ayude a su hijo a desarrollar una actitud de gratitud.

ā€œTendemos a olvidar que la felicidad no proviene de obtener algo que no tenemos, sino de reconocer y apreciar lo que tenemosā€. -- Federico Keonig


Muchas personas piensan que no pueden estar agradecidas hasta que estƩn felices, es decir, hasta que tengan algo por lo que estar agradecidas. Pero mira de cerca y encontrarƔs que es todo lo contrario: la gente es feliz porque estƔ agradecida. Las personas que se describen a sƭ mismas como personas que cultivan conscientemente el agradecimiento son calificadas como mƔs felices por quienes las conocen, asƭ como por ellas mismas.


Los niƱos no tienen un contexto para la vida, por lo que no saben si tienen suerte o no, solo que su amigo Brendon tiene zapatillas mƔs caras. Pero hay muchas formas de ayudar a los niƱos a aprender a cultivar la gratitud, que es lo opuesto a darlo todo por sentado. (Sugerencia: piense en modelar, no en dar conferencias).


9. Acepta todas las emociones.

La vida estĆ” llena de alegrĆ­a, pero incluso para la persona mĆ”s feliz, la vida tambiĆ©n estĆ” llena de pĆ©rdidas y dolor, y tenemos motivos diarios para afligirnos, grandes y pequeƱos. Reconocer nuestros sentimientos de tristeza no es enfocarnos en lo negativo, es abrirnos a la gama completa del ser humano. Aceptar esos sentimientos tristes e incĆ³modos en realidad profundiza nuestra capacidad de sentir alegrĆ­a en nuestras vidas.


Asƭ que elegir ser feliz no significa reprimir nuestros sentimientos. Significa reconocer y honrar todos nuestros sentimientos y permitirnos sentirlos. Eso nos permite movernos a travƩs de los sentimientos, para que comiencen a disolverse.


Con su hijo, simplemente empatizar con sus sentimientos de malestar le permitirĆ” sentirlos y ayudarĆ” a que los sentimientos comiencen a evaporarse para que pueda seguir adelante. Este no es un proceso que pueda apresurarse, asĆ­ que dele a su hijo (oa usted mismo) el tiempo que necesite.


10. Ayude a su hijo a aprender a controlar su estado de Ɣnimo.

La mayorƭa de las personas no saben que pueden optar por dejar ir el mal humor y cambiar conscientemente su estado de Ɣnimo. Pero la prƔctica de hacer esto realmente puede hacernos mƔs felices. Puedes practicar esto de la siguiente manera:


  • Vigilancia de sus propios estados de Ć”nimo.

  • PermitiĆ©ndote sentir las emociones mientras te abrazas con amor.

  • Notar cualquier pensamiento negativo que estĆ© dando lugar a las emociones. ("Ā”Mi hijo no deberĆ­a actuar de esta manera! Ā”CrecerĆ” y se convertirĆ” en una persona terrible si hace esto!")

  • Elegir un pensamiento que te haga sentir un poco mejor. (Por ejemplo, "Mi hijo se comporta como un niƱo porque ES un niƱo. No siempre serĆ” asĆ­").


Por supuesto, la parte difĆ­cil es elegir cambiar el mal humor. Mientras estĆ”s en ello, es difĆ­cil tomar medidas constructivas para cambiar las cosas. No tienes que pasar de la desolaciĆ³n a la alegrĆ­a. Solo encuentra una manera de ayudarte a sentirte un poco mejor. Eso te empodera para enfrentar realmente lo que te molesta y tratar de resolverlo. A veces, simplemente cambiar nuestra forma de pensar sobre una situaciĆ³n realmente cambia las cosas. Entonces, en lugar de "ĀæCĆ³mo puede ser tan desagradable conmigo con todo lo que hago por Ć©l?" podrĆ­as intentar


"Es normal que los niƱos se enojen con sus padres. Ɖl estĆ” luchando en este momento y necesita que trate de entenderlo".

ĀæCĆ³mo ayudar a tu hijo con sus estados de Ć”nimo? En algĆŗn momento cuando estĆ© de buen humor, hable con ella sobre estrategias para mejorar su estado de Ć”nimo: ĀæquĆ© funciona para ella? Comparte lo que funciona para ti. Luego, cuando estĆ© de mal humor, empieza por empatizar. DespuĆ©s de que haya tenido un tiempo para sentir su malestar, pregĆŗntale si quiere ayuda para cambiar su estado de Ć”nimo. Incluso si es capaz de elegir un mejor estado de Ć”nimo solo una de cada diez veces inicialmente, pronto comenzarĆ” a notar cuĆ”nto mejor funciona su vida cuando lo hace.


11. Contrarresta el mensaje de que la felicidad se puede comprar.

Como padres, debemos recordar que no somos los Ćŗnicos que enseƱamos a nuestros hijos sobre la vida. Reciben el mensaje constante de los medios de que el objetivo de la vida es mĆ”s dinero y mĆ”s cosas. En Ćŗltima instancia, lo que modelamos y lo que les decimos importarĆ” mĆ”s, pero debemos confrontar esos mensajes destructivos directamente.


12. Ayude a su hijo a aprender la alegrĆ­a de contribuir.

Las investigaciones muestran que el orgullo de contribuir al mejoramiento de la sociedad nos hace mƔs felices y tambiƩn harƔ que nuestros hijos sean mƔs felices. Nuestro trabajo como padres es encontrar formas para que nuestros hijos marquen una diferencia positiva en el mundo para que puedan disfrutar y aprender de esta experiencia. Por lo tanto, vale la pena pensar y esforzarse en las oportunidades de voluntariado familiar y modelar la "ayuda" entre vecinos.


Y aquĆ­ hay una manera maravillosa de cambiar tu propio estado de Ć”nimo para sentirte mejor y contribuir a los demĆ”s. Trate de transmitir amor a las personas que lo rodean mientras usted y su hijo caminan por la calle. Esto cambia tu estado de Ć”nimo a un estado elevado y amoroso porque cuando "envĆ­as" amor, sientes amor. Siempre estamos transmitiendo lo que sentimos sin siquiera intentarlo. ĀæPor quĆ© no hacer que sea edificante para quienes nos rodean, asĆ­ como para nosotros mismos?


ā€œLa felicidad es un subproducto del carĆ”cter. En las personas que estĆ”n desarrollando un carĆ”cter fuerte, hay un nivel de felicidad dramĆ”ticamente mĆ”s alto que en aquellos que viven para perseguir el prĆ³ximo buen momentoā€. -Pat Holt y Grace Ketterman, MD
13 visualizaciones0 comentarios
bottom of page